#5. PRISCILLA, SOFIA COPPOLA & LOS PÁRPADOS CAÍDOS.
"El tercer personaje, el Eyeliner de Priscilla".
Hola amigas:
Aquí somos muy de Sofia Coppola. Muy de sus Vírgenes Suicidas, de su Lost in Translation, de su María Antonieta, y de lo que haga falta. Así es la vida de dura.
Sofia Coppola me produce el efecto Woody Allen (aunque este cancelado). Todas sus películas me gustan. Me parecen un buen plan. Me encanta su mirada, los universos que crea, y los temas de los que habla. Ya me atrapaba cuando era adolescente pero ahora incluso más. Antes me gustaba, ahora sé porqué me gusta. La voy a reivindicar más y a Wes Anderson también, #unpopularOpinion.
Y es que es tan difícil hacer una película, o sacar un proyecto adelante que me niego a salir del cine y decir “vaya mierda”. ¿No habrá algo que este bien? no podemos ser tan simplistas. Hay mucha gente que no ha llegado a bañar a sus hijos por pensarla, rodarla o recoger los cables de los focos. Para que cualquier crítico de medio pelo, se siente en una butaca del cine (en el mejor de los casos) y salga diciendo “vaya mierda”.
Priscilla, la nueva película de Sofia Coppola está genial. Ya está dicho. Con la resaca de su estreno hace semanas, hoy después de todo, no vengo a hablar de ella, ja, ja, ja. No vengo a hablar de la película pero sí del #belleza más allá del #belleza. De cómo la Priscilla, de Sofía Coppola, encarnó esa belleza natural, y de cómo el maquillaje se convierte en el tercer protagonista de la historia. Para ser más concretos su “eyeliner”.
Es curiosa la poca importancia que se da al maquillaje en el cine. Ya sé que me vais a decir que existe la categoría a mejor maquillaje y peluquería. Pero si os fijáis siempre se habla de esta categoría cuando el maquillaje ha supuesto una transformación del personaje para convertirlo en otra cosa, o en otra persona. Esta categoría gana mucha fuerza en los Oscar con los biopics, por ejemplo. Cuantas más prótesis y potingues mejor. Y todos alucinamos con la caracterización. Pero me refiero a un maquillaje del día a día. Un maquillaje que luego marca tendencia. Que recuerdas la película por cómo iba maquillado/a su protagonista. Y qué, por supuesto, nos encargamos de copiar en nuestra realidad.
Hablo del perfecto eyeliner de Audrey Hepburn en “Desayuno con Diamantes”, del smokey eye de Sandy en el final de “Grease” o la barra de labios roja (Insolence de Guerlain) de Marilyn en “Los Caballeros las prefieren rubias”. Sin irnos tan lejos con mis referencias viejunas, la serie “Euphoria” ha marcado un antes y un después en el maquillaje, toda una fantasía. Reinventando los delineados gráficos o la utilización de las purpurinas. Se ha llegado a gestar todo un movimiento, el #euphoriamakeup con miles de fans en todo el mundo.
Pero volvamos a Priscilla y el gran secundario su “eyeliner”. Negro muy negro, recorriendo todo el ojo. Desde la línea de agua hasta el lacrimal, rasgando el párpado hasta casi la sien. Tan dramático como la historia que se cuenta de la protagonista. Muy 60’ y muy tendencia, claro. Ha sido tan impactante este “eyeliner” que, por supuesto, han sacado su edición limitada. Aquí, no se da puntada sin hilo. De la mano de HalfMagic y de la productora de la peli A24 han creado el combo perfecto. Una edición especial de un eyeliner especial, una máscara de pestañas alargadora ultra negra y un artilugio que te ayuda a hacer el delineado. Está agotadísimo. Pero si sois ultra mitómanas todavía se puede conseguir en la web de HalfMagic, aquí.
Pero amiguitas mías, ¿quién a partir de los 40 se puede rasgar el ojo como si no hubiera un mañana? Yo, ya no. O por lo menos no, como lo hacía antes. Os diré, entre nosotras, que si me hago esa línea infinita, también tendré un infinito ojo triste. Mis párpados ya no son los que eran. Perooooo no está todo perdido. Bienvenidas a:
Los “smokey eye”: Sombra negra (mate) por todo el párpado móvil y con un pincel corto poco denso, muy sueltecito, difuminar toda la sombra. Luego, con cuidado y otro pincel, tipo lengua de gato, contornear las pestañas inferiores para unir con las pestañas superiores sólo de la mitad exterior hasta la mitad del ojo. No hasta el lacrimal. Empezar con poca sombra en el pincel, no carguéis de pigmento a tope. Nadie quiere recrear el maquillaje de Robert Smith para una cena con amigas, salvo en Halloween.
Un eyeliner para todos los públicos: La línea más corta y difuminada, no rasgando todo el ojo sino sólo el final. Y trabajando con sombra en vez de lápiz. Esto lo explica estupendamente @martapons___ aquí. Además, muy recomendado el contenido Beauty que genera en Instagram y TikTok @martapons por si os interesa.
El “smudged liner” mucho más cómodo y rejuvenecedor: Es un delineado borroso. Sólo necesitáis un lápiz negro muy cremoso. Se pasa el lápiz de ojos directamente sobre el párpado móvil, a ras de las pestañas superiores, asegurándonos de que no queden huecos sin maquillar entre las pestañas. Una vez tengamos la línea hecha sólo queda difuminar con el dedo y dejarlo un poco mono, que nos conocemos… Da el rollo de un delineado desenfadado, poco preparado pero que resalta y viste cualquier ojo. Aquí el tutorial para que os hagáis una idea.
Ya sé, ya sé que el negro en los ojos os da miedo. Como os lo daba el pintalabios rojo y ahí estuvimos todas el lunes por la mañana con la legaña y la barra de labios fresa. Atreveos, si en el fondo de vosotras siempre os ha apetecido probar. ¿Qué puede salir mal? ¿Qué parezca que hemos estado en un after hasta las 6 a.m? No estaría tan lejos de la realidad, sería una cara muy parecida a la mía después de pasarme toda la noche levantándome al grito de mamáaaaaaaaaaaa. Muac.
Amé!